Con el triunfo de Ollanta Humala se vislumbra una esperanza, para que en el Perú se dé una verdadera redistribución de la riqueza y una verdadera justicia social, en el que a los más relegados del país se les brinde una nutrición y educación de calidad como parte de su derecho a una alimentación y vida digna, esperamos que el gobernante entrante no sea un servil más del sistema egocentrico capitalista si no más bien un ser capaz de sentir el dolor ajeno y ayudarlo a salir de la postergación que durante centernares de años muchos conciudadanos esta sumidos.