lunes, 21 de diciembre de 2015

Newton: El Gran Científico Cristiano

Isaac Newton: El Gran Científico Cristiano

Isaac Newton:

El Gran Científico cristiano



      1.  Biografía y legado científico



Isaac Newton (1643 -1727) fue un físico, matemático, inventor, astrónomo, teólogo y filósofo cristiano de nacionalidad inglesa. Es considerado uno de los padres de la ciencia moderna y muchos lo perciben como el mejor físico-matemático de la historia y el científico de que ha dejado el legado más valioso e influyente de todos los tiempos.

1.1.           Inicios y formación

El padre de Newton murió tres meses antes de que éste naciera, por lo cual, en sus primeros años, fue criado por su madre, quien pensaba que su hijo sería un granjero. No obstante, en la granja donde trabajaba su familia, el pequeño Isaac pasaba el tiempo meditando sobre el mundo y la vida, la cual, con el tiempo le depararía una gran historia. 

Se trataba de un espíritu curioso, lo que se refleja en que el hecho de que, cuando todavía era pequeño, Newton diseñó un carro de cuatro ruedas impulsado por una manivela que se accionaba desde su interior. Eventualmente, Newton se interesó muchísimo más por las matemáticas y al cumplir los dieciocho años, en vista de su mente destacada, se le dio la oportunidad de estudiar en el Trinity College que actualmente es la Universidad de Cambridge. Se graduó en 1665 y en ese mismo año, según los historiadores de la época, Newton fue inspirado para desarrollar la teoría de la gravedad al ver caer una manzana en su jardín de Woolsthorpe, lugar donde había nacido. 

1.2.          Estudios científicos


Cuatro años más tarde se convirtió en profesor de matemáticas, pero a lo largo de su vida, destacaría como un polímata que también se interesó en temas de la química, la medicina, la semiótica, la metalurgia, la filosofía, la mecánica clásica, la aritmética y la geometría analítica, haciendo aportaciones trascendentales en la física, en las matemáticas y en muchas de sus ramas y campos, tales como el de la teoría del binomio.

En 1671, fue nombrado miembro de la Royal Society o Sociedad Real de Inglaterra, la organización científica más importante de ese tiempo y aún una de las más sobresalientes en la actualidad. Años más tarde, Newton sería elegido Presidente de la misma.

En 1672, el físico desarrolló el primer telescopio reflector (o telescopio newtoniano), el cual tendría una enorme utilidad práctica en el desarrollo de la astronomía. Pero más destacado lo fue su obra magna Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica (1687), que se traduce como, “Principios matemáticos de la filosofía natural”, en donde enunció la Ley de la Gravitación Universal, presentó su estudio de la fuerza existente entre la Tierra y la Luna, y describió las tres leyes de la dinámica, es decir, las leyes físicas que rigen el movimiento de los cuerpos: 1) la ley de la inercia, 2) la ley de la interacción y la fuerza y 3) la ley de acción y reacción. Estas leyes se conocen hoy en día como las leyes de Newton en honor a su memoria.

En su obra Opticks (1704), Newton planteó  fundamentos teóricos de la óptica y la teoría del color, mediante estudios detallados sobre fenómenos ópticos que analizaban tanto la dispersión de la luz, como la refracción y la difracción. De esta manera, fue el primero en demostrar que la luz blanca estaba formada por una banda de colores (rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta) que podían separarse por medio de un prisma.

Por otro lado, desarrolló el método de cálculo de flexiones, y, junto a  Leibniz, y de forma independiente, inventó y desarrolló el cálculo diferencial e integral durante los años de 1665 y 1666.  Otras de sus mayores aportaciones a la ciencia incluyen la invención del llamado disco de Newton, el binomio de Newton, el polígono de Newton, la serie de Newton, la notación de Newton (en las derivadas matemáticas), entre muchas otras cosas.         



2.            Estudios sobre profecías bíblicas


Isaac Newton creía que, tanto la Biblia, como el Universo mismo, eran un criptograma establecido por el Todopoderoso (Scheurer: 1988:14), y varios de sus manuscritos, que fueron principalmente narrados en latín, estaban firmados con la frase Jehová Sanctus Unus, que significa "Jehová Dios Único". 

La prioridad que él le daba a las Escrituras por encima de cualquier otro libro secular fue expresada claramente a sus cercanos, de tal forma que el matemático Robert Smith reportó una ocasión al profesor Richard Watson que en una ocasión Newton dijo:

"Consideramos que las Escrituras de Dios son la más sublime filosofía. Encuentro más indicios de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana."  [Cit. en Watson, (1806), p. 57]

Diversos autores aseguran que incluso Newton dedicó más tiempo al estudio de la Biblia que al de la ciencia y sus análisis bíblicos despertaron el interés de Albert Einstein, quien se vio atraído a revisar sus estudios teológicos junto a Abraham Shalom Yahuda de la Universidad de Israel. Einstein escribió al respecto:

"Los escritos de Newton sobre temas bíblicos, me parecen especialmente interesantes, porque revelan un profundo conocimiento del carácter espiritual y el método de trabajo de este hombre significativo. Para Newton, el origen Divino de la Biblia es incondicionalmente seguro. . . de esta creencia surge la firme convicción de que las partes de la Biblia que aparecen oscuras deben contener revelaciones importantes, que requieren sólo la decodificación del lenguaje simbólico utilizada en ellas a fin de ser iluminadas.  Newton intenta esta decodificación o interpretación por medio de su pensamiento agudo, sistemático, en el que cuidadosamente hace uso de todas las fuentes disponibles para él. . . 
Estos escritos, son en su mayoría inéditos, con lo que proporcionan una visión muy interesante en el taller espiritual de este pensador único." [Albert Einstein, septiembre 1940, en A letter from Albert Einstein to YahudaLake Saranac; citado en Einstein Archives Online]
Los padres de Newton fueron parte del movimiento puritano, el cual se planteaba buscar la pureza del cristianismo en aquella época. Sin embargo, su padre había muerto dos meses antes de que él naciera, por lo que el pequeño Newton creció con su abuela en una sociedad de ambiente anglicano. No obstante, al crecer,  el joven no estaba de acuerdo con las doctrinas denominacionales, ni con las cosas enseñadas por eclesiásticos en muchas organizaciones, pues, como lo enseña la Biblia, Newton identificaba el concepto de Iglesia o ecclesia con los verdaderos creyentes, no con las organizaciones religiosas.

Por décadas, prefirió pasar gran parte de su vida estudiando las Escrituras Bíblicas él mismo. Se estima que dedicó los últimos 50 a 60 años de su vida a esto, y hay numerosos estudios teológicos que llevó a cabo durante esa época. Su interés por las Escrituras Sagradas le llevó a buscar códigos matemáticos en ellas, los cuales pensaba que podría descifrar. Para ello, aprendió lo suficiente del idioma hebreo y griego para tratar de interpretar los manuscritos originales y revisar él mismo los textos antiguos. 

Su interés era tan profundo que, entre otras cosas, se dispuso a hacer una reconstrucción gráfica del templo del Rey Salomón,  pues estudió detalladamente la historia del pueblo judío de Israel, narrada en el Antiguo Testamento.

Al igual que Lutero, se refirió a la Iglesia Católica Romana, la institución papal, como "Babilonia La Grande", o la "Gran Ramera" descrita en el libro de Apocalipsis, capítulos 17 y 18 (. Por esto, no es de sorprenderse que sus escritos teológicos fueron, y son, rechazados por la iglesia católica, quien lo ha considerado un hereje protestante (White, 1998:2).

A la luz de la Biblia, Newton denunció la apostasía de muchas iglesias. Señaló que los sacerdotes habían corrompido algunas versiones de las escrituras haciendo traducciones que no guardaban la veracidad y fidelidad del texto original. Pero al mismo tiempo estaba profundamente interesado en las profecías bíblicas, especialmente en la Segunda Venida de Cristo (el regreso de Jesús a la tierra) y en el Día del Juicio. Por esto, analizó con diligencia las palabras de los profetas bíblicos y realizó diversos escritos en los que exponía sus estudios bíblicos basados en el Libro de Daniel y Apocalipsis. Algunos de sus tratados teológicos incluyen:
  • "Observations upon the Prophecies of Daniel and the Apocalypse of St. John"(Observaciones de las Profecías de Daniel y el Apocalipsis de San Juan)
  • "Of the Times of the Birth and Passion Of Christ"
    (De los tiempos de nacimiento y la Pasión de Cristo)
  • "Historical Account of Two Notable Corruptions of Scriptures"
    (Recuento histórico de dos notables corrupciones de la Escritura)
  • "Of the Prophecy of the Seventy Weeks"
    (De la Profecía de las Siete Semanas)
  • "Of the Prophetic Language"
    (Del lenguaje profético)
  • "Chronology of Ancient Kingdoms Amended"
    (Cronología de Reinos Antiguos Modificados)
  • “On our Religion to God, to Christ, and the Church”
    (Acerca de nuestra religión hacia Dios, hacia Cristo y hacia la Iglesia)
  • “Drafts of the History of the Church”
    ("Proyectos de la historia de la Iglesia)
Estos solo por mencionar algunos, de los cuales, varios se preservan actualmente en la Universidad Hebrea de Israel. 

En varios de ellos se muestra cómo trató de realizar cálculos matemáticos estimando las épocas en las que podría suceder la batalla de Armagedón y darse entonces una idea del Día del Juicio Final. Según sus cálculos, sugirió que los eventos no sucederían antes del año 2060.  Dichos cálculos tomaban en cuenta la culminación de 1,260 años de apostasía, situando el comienzo de la cuenta en el año 800 D.C., (año en que Carlo Magno fuera coronado Rey del Sacro Imperio Romano y se estableció políticamente la iglesia Católica, más de 700 años después de la resurrección de Cristo).

En sus propias palabras, la apostasía se agravó en esa época de manera preponderante:

"Antes del final del siglo II, la corrupción se había deslizado lentamente en las iglesias latinas. . . todo fue llevado a la confusión y el drama de la apostasía en la Iglesia había comenzado." (Como se cita en Moore, 1996: 495, concordando con 2 Tesalonicenses 2:3]
Algunas personas han esparcido el rumor de que los cálculos de Newton eran una especie de "profecía" y han tergiversado sus palabras diciendo que marcó la fecha de 2060 como el día del fin del mundo. Tales afirmaciones, sin embargo, son falsas, y han sido malinterpretadas, sacando las palabras fuera de contexto. 

El mismísimo Newton negó categóricamente que estuviera haciendo una profecía, aclarando que su intención era solamente estimar, con sus estudios bíblicos, una época, con el fin de que los falsos profetas dejaran de poner fechas al fin del mundo. De esta forma, dejó bien claro que él no quería establecer fechas para las profecías, algo que él precisamente rechazaba en estos términos:    
"Los tiempos de hora y media no finalizan antes del 2060. . . Pueden terminar más tarde, pero no veo ninguna razón para que su final antes.  Menciono este período, no para afirmar el tiempo del fin, sino sólo para demostrar que hay pocas razones para esperar que sea antes, y con ello poner un alto a la racha de intérpretes y conjeturas precipitadas de hombres fantasiosos que con frecuencia asignan fechas a los tiempos finales y. por hacerlo, traen descrédito a la sagrada profecía, pues las suyas frecuentemente fallan. Cristo viene como un ladrón en la noche, y no nos toca a nosotros saber los tiempos y las sazones que Dios ha puesto en su propia potestad"  (Newton, en An Historical Account of Two Notable Corruptions of Scripture. 1704)-

Aludiendo a versículos bíblicos (2 Pedro 3:10, Jeremías 23:32, Romanos 2:24, y Hechos 1:7), el comentario de Newton se quejaba de que hubieran falsos profetas que asignaran deliberadamente fechas escatológicas, razón por la cual el científico reafirmó que Jesucristo nos llama a estar preparados para su regreso, tomando en cuenta que "nadie sabe el día ni la hora".

Haciendo uso de una interpretación teológica, Isaac Newton también dijo que el análisis matemático de la Biblia demostraba que los judíos volverían a la Tierra Santa en el siglo XX y dijo que creía que muchos incrédulos se harían creyentes en la misma época en que Israel volviera a convertirse en una nación.

Como ya se dijo, Newton estudió particularmente las profecías del libro de Daniel, de las cuales comentó:

"Daniel tenía uno de los mayores créditos entre los judíos hasta el reinado del emperador romano Adriano. Y rechazar sus profecías, es rechazar la religión cristiana, porque esta religión está basada sobre ésta profecía sobre el Mesías."
 [Observations upon the Prophecies of Daniel, and the Apocalypse of St. John (1733), Vol. I, Ch. 3 : Of the vision of the Image composed of four Metals., Concordancia: 1 Tesalonicenses 5:19-20]

De hecho, 
Newton insistió en que las revelaciones del Libro de Daniel presentan claramente profecías vivas y evidentes de Jesucristo como Mesías y Señor, comentando:

"…La visión de la imagen compuesta de cuatro metales fue dada a Nabucodonosor y luego a Daniel en un sueño: y Daniel comenzó luego a ser celebrado revelando los secretos en Ezequiel XXVIII:3.         La visión de los cuatro seres vivientes, y del Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes  del cielo también fue dada a Daniel en un sueño.       La del carnero y el macho cabrío se le apareció durante el día, cuando estaba por la orilla del río Ulay, y se le explicó por medio del ángel Gabriel. 
Se refiere al Príncipe de los Ejércitos y al Príncipe de los Príncipes: y así, en el primer año de Darío el Medo sobre Babilonia, el Ángel profético se le aparece a Daniel de nuevo y le explica lo que significa el Hijo del hombre, Príncipe de los Ejércitos y  Príncipe de los Príncipes. 
La profecía del Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo se refiere a la segunda venida de Cristo, la del Príncipe de los Ejércitos se refiere a su primera venida, y esta profecía del Mesías, en la explicación de ellos, se refiere a las dos venidas, y por lo tanto estipula los tiempos de los mismos." [Newton en Of the Prophecy of the Seventy Weeks, Vol. I, Cap. 10]

 3. Su fe cristiana

Como cristiano, Isaac Newton era un gran opositor y enemigo del ateísmo o la incredulidad, lo cual, demostró muchísimas veces. Advirtió, por ejemplo, contra el uso de la ley de gravedad como un argumento para asemejar el universo a mera máquina. Para él, las leyes de la naturaleza"ciertamente no son mecánicas", sino establecidas por Dios, cuya obra y mente es evidenciada claramente. Por ello les escribió:       
"El principal asunto de la filosofía natural [la ciencia] es argumentar a partir de fenómenos, sin fingir las hipótesis y deducir las causas de los efectos hasta que lleguemos a la primerísima causa, que ciertamente no es mecánica... 
¿Qué hay en esos lugares casi vacíos de materia? y ¿de dónde el Sol y los planetas gravitan unos hacia los otros, sin la densa materia entre ellos? ¿De dónde es esa naturaleza no hace nada en vano? y ¿de dónde surge todo el orden y la belleza que vemos en el mundo? ¿Cuál es el fin que tienen los cometas? ¿Y de dónde es que todos los planetas se mueven todos de una misma forma en orbes concéntricas, mientras que los cometas se mueven de todo tipo de formas en orbes muy excéntricas?  ¿Y qué es lo que impide que las estrellas no se desplomen unas con  otras? ¿Cómo llegaron los cuerpos de los animales a ser Diseñados tan artísticamente? ¿Y con qué fines fueron sus varias partes? ¿Fue el ojo diseñado sin destreza óptica y el oído sin conocimiento de los sonidos? 
Estas cosas siendo justamente inhibidas a la razón, ¿acaso no se infiere de estos fenómenos que hay un Ser incorpóreo, Vivo, Inteligente, Omnipresente, que en el espacio infinito, como si fuera su espacio sensorial, ve las cosas en sí íntimamente  y las percibe profundamente y las comprende en su totalidad por su presencia inmediata a Él mismo?
...a pesar de que un paso bien dado en esta filosofía [natural], no nos lleva de inmediato al conocimiento de esta Causa Primera, aun así, nos acerca a Él, y por eso esa consideración debe ser altamente valorada."                                                                   [Newton, Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica,  General Scholium (1713)]


"La gravedad explica los movimientos de los planetas, pero no puede explicar quién estableció a los planetas en movimiento. Dios gobierna todas las cosas y sabe todo lo que es y todo lo que puede ser hecho.     
  
Este bellísimo sistema del sol, los planetas y los cometas, solo podría proceder del consejo y el dominio de un Ser Inteligente. Y si las estrellas fijas son el centro de otros sistemas, éstos, formados por Su sabio consejo, deben estar sujetos todos al dominio de Uno. . .  Este Ser gobierna todas las cosas, no como el alma del mundo, sino como Señor por sobre todas las cosas y en consideración a su dominio se le suele llamar Señor Dios, παντοκρατωρ [Todopoderoso] o Gobernador Universal. . .

El Dios supremo es un Ser eterno, infinito, absolutamente perfecto. Un ser que es perfecto, sin dominio, no podría decirse que es el Señor Dios. A partir de su dominio real, se deduce que el verdadero Dios es un Ser viviente, Inteligente y Poderoso; a partir de sus otras perfecciones, que es Supremo, y más perfecto. Él es Eterno e infinito, Omnipotente y Omnisciente; es decir, su duración se extiende desde la eternidad hasta la eternidad; su presencia desde el infinito hasta el infinito, Él gobierna todas las cosas, y sabe todas las cosas que son o pueden ser. . . lo conocemos por Sus invenciones más sabias y excelentes de las cosas y por las causas finales; lo admiramos por sus perfecciones; pero lo reverenciamos y lo adoramos tomando en cuenta Su dominio, pues lo adoramos como Sus sirvientes." [Escrito al final de "Principios matemáticos de la filosofía natural" (1687), publicado en su ensayo General Scholium (1713), Citado en Isaac Newton, PediaPress. p. 77]; [Concordancia : Salmos 8:3, Salmos 104:5, Salmos 145:|13, Salmos 19:1] 

Contestando al comentario que hizo un ateo después de observar un juguete mecánico de madera que imitaba al sistema solar, una anécdota relata que Newton respondió:

"Esto no es más que una imitación insignificante de un sistema mucho mayor cuyas leyes tú conoces. Y yo no puedo convencerte de que este simple juguete no tiene un diseñador y un hacedor; ¡sin embargo, tú afirmas creer que el gran original del cual se tomó este diseño ha llegado a existir sin Diseñador o Hacedor!"
   [Newton, como se cita en The Iowa Engineer, (1957), Volúmenes 58-59, Iowa State College, p. 11. En concordancia con Juan 5:44]

Otra de sus famosas citas refiere que tan sólo el diseño perfecto de la mano era para Newton una prueba suficiente de fe:

"A falta de cualquier otra prueba, el dedo pulgar por sí solo me convencería de la existencia de Dios" (citado por Dickens, en All The Year Round. Vol. 10, p. 346)
En otra ocasión escribió:           


"La oposición a la santidad es el ateísmo en la profesión y la idolatría en la práctica. El ateísmo es tan insensato y odioso para la humanidad que nunca tuvo muchos profesores.            ¿Será un accidente que todas las bestias y aves y hombres tienen su lado derecho e izquierdo de la misma forma (excepto en sus entrañas), y sólo dos ojos y no más en cada lado de la cara, y sólo dos orejas en cada lado de la cabeza, y una nariz con dos agujeros y no más en medio de los ojos, y una boca debajo de la nariz y ya sea que dos piernas y no dos alas, o dos brazos en los hombros o dos piernas bajo la cadera una a cada lado y no algo más?         
¿De dónde surge esta uniformidad en todas sus formas exteriores, sino de la guía y del artificio de un autor? ¿De dónde es que los ojos de todo tipo de seres vivos son transparentes hasta el fondo y los únicos miembros transparentes en el cuerpo, teniendo en el exterior una dura piel transparente, con líquidos transparentes y un lente cristalino de por medio y una pupila detrás de la lente, están todos ellos tan exactamente formados y preparados para la visión, que ningún artista los puede igualar?
¿Acaso la mera casualidad concibió lo que fue la luz y lo que fue su refracción y ajustó los ojos de todas las criaturas después de la manera más curiosa para que pudieran hacer uso de ella?       
Éstas y otras consideraciones de este tipo siempre han prevalecido y siempre prevalecerán en el hombre para creer en un Ser que hizo todas las cosas y tiene toda las cosas en su poder, y que es, por lo tanto, digno de ser temido.
 
Debemos, por lo tanto, reconocer a un solo Dios, infinito, eterno, Omnipresente, Omnisciente, Omnipotente, Creador de todas las cosas, el más sabio, el más justo, el más bueno, el más santo. Debemos amarlo, temerle, honrarlo, confiar en Él, orar a Él, darle gracias, alabarlo, santificar su nombre, obedecer sus mandamientos."
[Newton, en "A short Schem of the true Religion": Of Atheism; citado por Keynes Ms. 7 (2002). En concordancia con Salmos 14:1,  Job 38, Apocalipsis 14:7, Génesis 1:14, Génesis 1:3]   
Sobre la idolatría o adoración a los ídolos o a otros humanos, exclamó:
"La idolatría es un crimen de lo más peligroso, ya que es propio de la autoridad de políticos y, bajo pretextos muy engañosos, para insinuarse en la humanidad. Los reyes aprueban el hecho de honrar a sus antepasados ​​muertos: haciendo muy admisible el honrar las almas de los héroes y de los santos, ¿creen que nos pueden ayudarnos o que son mediadores entre Dios y el hombre y residen y actúan en templos y en estatuas dedicadas a su honor y memoria? Y sin embargo, esto es la parte principal que la religión de la Escritura condena y detesta por sobre muchos otros crímenes. El pecado consiste primeramente en omitir el servicio al Dios verdadero."  [Newton, en "A short Schem of the true Religion": Of Atheism; citado por Keynes Ms. 7 (2002). En concordancia con Romanos 1:25,  Gálatas 5:20-21, Isaías 46:5-8]

Reconoció que Dios había hecho las cosas con una sencillez y, al mismo tiempo, con una organización perfectísima:
"Es la perfección de las obras de Dios que todas ellas están hechas con la más grande sencillez. Él es el Dios de orden y no de confusión. Y por lo tanto, a medida que se entienda el marco del mundo, hay que esforzarse por reducir el conocimiento a toda la sencillez posible. Así debe tratarse la búsqueda de estas visiones." [Christianson, G., In the Presence of the Creator- Newton and His Times. London: The Free Press, 1984; En concordancia con 1 Corintios 14:33, 1 Corintios 14:40,  Mateo 11:26]
Newton aseguró que al hacer su tratado científico sobre las leyes de la física, siempre había tenido en la mente a Dios:

"Cuando escribí mi tratado acerca de nuestro sistema, tenía un ojo puesto en cómo tales principios podrían funcionar cuando fueran considerados por el hombre para la creencia en una  Deidad, y nada me regocija más que encontrar que he sido útil para este propósito." [En la Primera Carta de Newton a Richard Bentley, leída en la primera de las conferencias Boyle]
De hecho, se hace notar la concordancia que la Tercera Ley de Newton tiene con Gálatas 6:7; pues en términos espirituales se dice que "...todo lo que el hombre sembrare, eso también segar..."; en términos físicos se dice que "para cada acción, siempre hay una reacción igual y contraria." 

Para el físico, adorar y amar a Dios era primordial:
"La piedad consiste en el conocimiento, el amor y la adoración a Dios, la humanidad en el amor, la justicia y los buenos oficios hacia el hombre." [Newton, "A short Schem of the true Religion"; Of Godliness. Keynes Ms. 7. En concordancia con Mateo 22:37,  Filipenses 4:4-9, 1 Tesalonicenses 5:21-22, 1 Juan 3:7-24]
 
Actualmente muchos de sus manuscritos teológicos se conservan en la Universidad de Jerusalem. Uno de ellos es titulado "Drafts of the History of the Church", donde el científico hablaba explícitamente de la adoración debida a Jesucristo.  En la sección 3 del escrito,  Newton expresa a todas luces sus creencias equiparables un trinitarianismo particulado y bíblico; “trinitario” porque expresamente hablará de la unión consustancial del Hijo y del Padre y del Espíritu, así como de la adoración que se le debe a Jesucristo; “particulado”, porque, en medio de esto, se ocupa de hacer un distinción especial en la extensión y manifestación del Hijo, del Padre y del Espíritu; “bíblico” porque tanto la distinción de papeles que hace, como la adoración que propone hacia Cristo es escritural, basada respectivamente en Juan 14:28 y en Mateo 28:9, Mateo 28:17, Juan 9:38, Hebreos 1:6. Así expresa Isaac Newton en su confesión de fe:

"Creemos en un Dios, el Padre Celestial, el Hacedor de todas las cosas visibles & invisibles: y en nuestro Señor Jesucristo el Hijo de Dios, el único unigénito del Padre, que es de la sustancia del Padre, Dios de Dios, luz de luz, el Dios verdadero del Dios verdadero, engendrado, no creado, consubstancial al padre, por quien todas las cosas que están en el cielo y en la tierra fueron hechas, quien por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió y fue encarnado y hecho hombre, y sufrió, y resucitó al tercer día, ascendió al cielo y vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. También creemos en el Espíritu Santo... por quien los profetas hablaron.
Este credo es fácil de entender por las más simples capacidades y de esta manera es apto para ser propuesto a todos los hombres como los primeros principios que deben ser de la religión y en esta consideración puede compararse adecuadamente con la leche para los bebés. Es corto y fácil de recordar como uno de los símbolos de lo que la religión debe ser. Todos los artículos están en las Escrituras en palabras expresas y por lo tanto son libres de discusión. No contiene repeticiones ni meras teorías como algunos de los artículos que hemos omitido, sino verdades prácticas en las que toda la práctica de la religión depende, y por tanto, un sistema de fe en condiciones de ser aprendido en el primer lugar como el fundamento de toda la religión.
Debemos creer en un sólo Dios a quien amar y temer. Debemos creer que él es el Padre Todopoderoso, o el primer autor de todas las cosas mediante el poder de su voluntad, para que podamos agradecerle y adorarlo sólo a él por nuestro bienestar y por todas las bendiciones de esta vida. Debemos creer que Él es el Dios de Moisés y los judíos, que creó el cielo y la tierra, el mar y todas las cosas el mismo, como expresó en uno de los diez mandamientos, que no tomemos su nombre en vano, ni hagamos imágenes de culto ni semejanzas visibles ni tener en nuestra adoración cualquier otro Dios más que Él. Porque Él es, sin semejanza, Él es el Dios invisible a quien ningún ojo ha visto ni puede ver, y por lo tanto no debe ser adorado en ninguna forma visible. Él es el único Dios invisible y el único Dios a quien debemos adorar y por lo tanto, no debemos adorar a ninguna imagen ni ninguna semejanza de imagen visible o de forma. No se nos prohíbe dar el nombre de dioses a los ángeles o Reyes, pero sí se nos prohíbe adorarlos como a dioses. Por consiguiente, pueden ser que se hayan llamado dioses en el cielo o en la tierra (como hay muchos Dioses y muchos Señores), pero para nosotros no hay sino un solo Dios, el Padre del cual proceden todas las cosas y nosotros en Él y nuestro Señor Cristo Jesús, por quien todas las cosas son y nosotros existimos en él, esto es, un solo Dios y un solo Señor en nuestra adoración: Un Dios y un solo mediador entre Dios y el hombre: Cristo Jesús.
Tenemos prohibido adorar dos dioses, pero no se nos prohíbe adorar a un Dios, y un solo Señor: un Dios por la Creación de todas las cosas y un solo Señor por redimirnos con su sangre. No debemos orar a dos dioses, pero hemos de orar a un Dios en el nombre de un Dios único. Debemos por lo tanto, pensar en un solo Señor Jesús y comportarnos nosotros mismos obedientes a Él, como sujetos a Él, y guardar sus mandamientos, y darle a  Él el honor y la gloria y la adoración que se debe a Él como nuestro Señor y Rey, de otra forma no seríamos su pueblo. Tenemos que creer que este Señor Jesús es el Cristo, el Mesías Príncipe, profetizado por Daniel, y debemos adorarlo como el Mesías, de lo contrario no somos cristianos.
A los judíos que se les enseñó a tener solamente a un Dios también se les enseñó a esperar a un Rey, y a los cristianos se les enseña en el credo a tener el mismo Dios y creer que Jesús es el Rey. Y para que le demos el más alto honor también debemos creer que Él es el hijo de Dios nacido de la virgen María sin ningún otro Padre mas que Dios mismo. "¿Quién es el mentiroso", dijo Juan, "sino aquél que niega que Jesús es el Cristo? El anticristo es aquel que niega al Padre y al Hijo." Y estamos autorizados a llamarlo a él también Dios: porque el nombre de Dios es en Él. Exod. 23.21. Y debemos creer también que por su encarnación en la virgen él vino en carne no en apariencia solamente sino realmente y verdaderamente, siendo semejante en todo a sus hermanos (Heb. 2 17) por cuya razón él es llamado el Hijo del hombre." [Drafts on the history of the Church (Section 3), (1670), Yahuda Ms. 15.3, National Library of Israel, Jerusalem, Israel. Versión Online en The Newton Project] Concordancia: Marcos 12:29-30, Deuteronomio 6:4, Juan 17:3, 1 Corintios 8:6]
Estos panfletos teológicos escritos por Newton fueron revisados por Albert Einstein y Ethel Yahuda en la Universidad de Jerusalén, y no salieron a la luz sino hasta el siglo XX. Una vez publicados, han servido para reconocer y esclarecer la teología newtoniana y traer abajo las imputaciones de un posible antitrinitarismo que algunos le habían hecho; (Véase: Reivindicación del Trinitarismo de Newton).
En otro escrito, Newton escribía:
"Dios hizo y gobierna el mundo invisiblemente, y nos ha mandado a amarlo y a adorarlo a Él, y a ningún otro Dios, honrar a nuestros padres y maestros, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y ser mesurados, justos y pacíficos, y a ser misericordiosos incluso a las bestias salvajes. Y por el mismo poder por el cual Él dio la vida en un primer momento a todas las especies de animales, Él es capaz de resucitar a los muertos, y ha revivido Jesucristo, nuestro Redentor, que ha ascendido a los cielos para recibir un reino y preparar un lugar para nosotros, y es el siguiente en la dignidad de Dios, y puede ser adorado como el Cordero de Dios, y ha enviado el Espíritu Santo para confortarnos en su ausencia, y finalmente, regresará y reinará sobre nosotros." [Newton's Philosophy of Nature Selections from His Writings 1953 ( 2003); Kessinger Publishing, p. 66][Concordancia: Romanos 8:11, Marcos 16:19, Apocalipsis 5:12, Juan 14:26]
Newton reconoció que la salvación sólo se obtiene por la justicia de Jesucristo:

"Abel era justo y Noé era un predicador de la justicia y por su justicia fue salvado del diluvio.
 
Cristo es llamado el justo y por su justicia somos salvos, y a menos de que nuestra justicia exceda a la justicia de los escribas y fariseos, no entraremos en el Reino de los cielos. 
La justicia es la religión del reino de los cielos y de hecho la propiedad del mismísimo Dios hacia el hombre. La justicia y el amor son inseparables porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley."  [Newton, "A short Schem of the true Religion"; Of Humanity. Keynes Ms. 7.Concordancia: Mt. 23:24-24, Génesis 6:9, 1 Juan 2:1, Mateo 5:20, Salmos 25:2-15, Romanos 13:8]
Newton era uno de esos cristianos que decía no avergonzarse del Evangelio:

"Cuando estés convencido, no te avergüences de profesar la verdad. Porque de lo contrario, te podrías convertir en una piedra de tropiezo para los demás y heredar la suerte de aquellos gobernantes de los Judíos que creyeron en Cristo, pero aún no se atrevían a confesarlo por temor a ser expulsados ​​de la sinagoga. Por tanto, cuando estés convencido, no te avergüences de la verdad, sino más bien profésala abiertamente y procura convencer a tu hermano también, de modo que puedas heredar en la resurrección la promesa hecha en Daniel 12:3, que 'los que guían a muchos a la justicia, brillarán como las estrellas por perpetua eternidad'
Y regocíjate si eres contado como digno de padecer en tu reputación o cualquier otra cosa, por la causa del Evangelio, porque entonces, "grande es tu recompensa!" (Newton, citado enThe Religion of Sir Isaac Newton, Frank E. Manuel, Londres, Oxford University Press, 1974, 112).[En concordancia con Lucas 17:1, Romanos 1:16, 2 Timoteo 1:8, Marcos 8:38, Mateo 5:12, Juan 16:2]
Newton, al igual que C. S. Lewis, confesó que Jesucristo es la Palabra de Dios, tal como está escrito en Juan 1:1:

"El padre es Omnisciente y posee todo conocimiento de las cosas futuras originalmente en su propio dominio, y comunica el conocimiento de las cosas futuras al Hijo, Jesucristo, y ninguno en el cielo ni la tierra ni debajo de la tierra es digno de recibir conocimiento de las cosas futuras inmediatamente del Padre, excepto el Cordero, y por lo tanto, el testimonio de Jesús es el Espíritu de Profecía, y Jesús es la Palabra, y Profeta, de Dios." [Netwton.Twelve articles of God and Christ. En Referencia a Lucas 10: 22, Apocalipsis 19:13,  Deuteronomio 18:18, 18:15, Mateo 21:11, Juan 1:1-14, Juan 5:19,   Juan 5: 30, Juan 7:40, Juan 8:28, Hechos 3:22-23, etc.]
Newton expresó que los cristianos "debemos darle el honor y la gloria al Cordero de Dios", es decir, a Jesucristo:

"Porque muchos engañadores, dice Juan, han entrado en el mundo para  no confesar que Jesucristo ha venido en carne. Este es el engañador y el anticristo. (2. Juan 1:7). Debemos creer que Él fue crucificado siendo asesinado en la Pascua, como un sacrificio propiciatorio para nosotros, de modo que en señal de gratitud podemos darle el honor y la gloria y la bendición como el Cordero de Dios que fue inmolado y nos redimió y nos lavó de nuestros pecados con su sangre y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre. Debemos creer que resucitó de entre los muertos para que podamos esperar la resurrección, y que ascendió al cielo a preparar un lugar o una morada para los bienaventurados que están en espera de una gloriosa e incorruptible herencia, y hemos de esforzarnos para merecerlo. 

Debemos creer que Él es exaltado a la diestra de  Dios (Hechos 2), que está por consiguiente en la dignidad de Dios Todopoderoso el Padre, siendo el primogénito, el heredero de todas las cosas, y Señor sobre toda la creación, próximo a Dios, y debemos darle adoración adecuada. Pues en cuanto él se humilló hasta la muerte, incluso a la muerte de la cruz por eso Dios lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre, de forma que en el nombre Jesús toda rodilla de arrodillará, en las cosas del cielo y de la tierra y debajo de la tierra y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios el Padre. El culto que indica la escritura para dar a Jesucristo respecta su muerte y su exaltación a la diestra de Dios y se le da a Él como nuestro Señor y Rey y tiende a la gloria de Dios el Padre."  [Drafts on the history of the Church(Sección 3), (1670); En Referencia a Hebreos 1 , Romanos 14:11, Filipenses 2:10, etc. ]

Sobre el segundo mandamiento más importante, comentó:   
"La otra parte de la verdadera religión es nuestro deber para el hombre. Debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, tenemos que ser caritativos con todos los hombres pues la caridad es de las mayores las gracias... y cubre multitud de pecados. Debemos ser justos y hacer a todos los hombres lo que quisiéramos que ellos deberían hacer con nosotros." [En concordancia con Mateo 22:39, 1 Pedro 4:8]  

Y finalmente, admitió que el conocimiento humano es limitado en gran manera, con la siguiente metáfora que fue rescatada en el libro biográfico editado por David Brewster, titulado "Memorias de la Vida, Escritos, y Descubrimientos de Sir Isaac Newton" (1855):

"No sé lo que pueda parecer para el mundo, pero, en lo que a mi respecta, he sido un niño pequeño, que divirtiéndome en la playa, encontraba de tarde un guijarro más fino o una concha más bonita de lo ordinario, mientras que el gran océano de la verdad se extendía, inexplorado, delante de mi." [Véase: Mateo 18:3
"Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.” [Concordancia: 1 Corintios 8:2]



Bibliografía  selecta:
  • Brewster, David. 2010. Memoirs of the Life, Writings, and Discoveries of Sir Isaac Newton.Cambridge University Press.
  • Brooke, John, et. al. 1988. "The God of Isaac Newton", en Let Newton Be!, Oxford: Oxford University Press,, pp. 26-27
  • Edward Manuel, Frank. 1974. The religion of Isaac Newton. Clarendon Press
  • Hard, Van Alan. 2008. The Theology of Sir Isaac Newton. ProQuest. ISBN: 9780549532293
  • Moore, Philip N. 1996. The End of History: Messiah ConspiracyRamshead Press
  • Morrison, Tessa. 2010. Isaac Newton's Temple of Solomon and his Reconstruction of Sacred Architecture.  Springer Science & Business Media
  • Newton, Isaac. "A Short Schem of True Religion". The Newton Project. Acceso: Junio de 2012:http://www.newtonproject.sussex.ac.uk/view/texts/normalized/THEM00007
  • Newton, Isaac. 1962. "Unpublished Scientific Papers of Isaac Newton: A Selection from the Portsmouth Collection in the University Library, Cambridge", CUP Archive. Acceso: Junio de 2012. http://books.google.es/books?id=IvkzAAAAIAAJ&hl=es&source=gbs_navlinks_s
  • Newton, Isaac. ed. por Keynes Ms. 2002. "Three paragraphs on religion, with drafts". The Newton Project. Acceso: Junio de 2012              http://www.newtonproject.sussex.ac.uk/view/texts/normalized/THEM00009
  • Orozco Echeverri, Sergio Hernan. 2009. Isaac Newton y la reconstitución del palimpsesto divino. Universidad de Antioquia,
  • Pemberton, Henri. 1728. A View of Sir Isaac Newton's Philosophy. Londres: S. Palmer.
  • Scheurer & Debrock. 1986. Newton’s Scientific and Philosophical LegacySpringer Science & Business Media. ISBN: 9789024737239
  • Watson, Richard ( Master of Trinity College, Cambridge). 1806. Watson's Apology for the Bible. Londres: 8vo.
  • White, Michael. 1998. Isaac Newton. The Last Sorcerer. Massachusetts: Addison-Wesley.
  • FUENTE: http://creyentesintelectuales.blogspot.pe/2012/06/isaac-newton.html.